jueves, 27 de marzo de 2014

Dragones y princesas

M es mi ahijada de tres años. Es divertida, inagotable, parlanchina, tenaz... es como un terremoto. Tiene un mellizo, N, y sus padrinos son también amigos nuestros. P (el padrino) y yo compartimos muchas cosas en común, entre otras el amor al arte y en concreto al dibujo, la pintura y la ilustración; es un hombre de mucho talento. 
Cuando nos planteamos qué regalar a los mellizos en su bautizo -aunque al final se demoró hasta su cumpleaños-, pensamos que sería buena idea hacer cada uno a su ahijado una ilustración para su cuarto compartido y luego enmarcarlas igual, para que lograran cierta armonía aunque nuestros estilos fueran diferentes.

Luego había que elegir un tema común con manifestaciones diferentes y la respuesta fue pensar en animales mitológicos y en escenas de juego. No pude resistirme a elegir un dragón. Me encantan los dragones y siempre he pensado que es mucho más divertido ser el dragón del cuento que la princesa que se sienta a esperar que la rescaten, ¡menos mal que esos modelos van cambiando!

Por último, elegimos la acuarela como material. Sólo faltaba ponerse manos a la obra. Desde el boceto hasta el resultado final. Aquí están algunas fotos que muestran el proceso.

Primero, una lámina de acuarela mojada y escurrida muy bien con esponja, sujeta a la tabla con cinta de carrocero. Después, lápiz; luego, tinta china a plumilla y borrar el lápiz.

No borré todas las escamas que no había marcado con la plumilla, para que el lápiz se adivinara bajo la acuarela.

Detalle de la cabeza y la niña.
 Soy filóloga y profe de Lengua y Literatura Hispánicas y de Español para extranjeros y adoro leer; toda la vida, desde muy pequeña, he soñado y visto el mundo y me he adentrado en otras mentes a través de cuentos y libros, así que elegí la lectura de cuentos como escena, sobre un saliente al borde del mar en medio de la hierba. 


Sobre la espalda del dragón, una ciudad de cuento nace y vive cercada por las crestas de hueso que se convierten en montañas y los músculos que se transforman en colinas. Es un cuento dentro del cuento, o un sueño dentro del sueño del dragón y la niña, que a su vez están en mi sueño. No en vano las obras literarias que más me gustan tienen diferentes planos de lectura y se convierten en laberintos.



También me encantan los faros y no pude resistirme a incluir uno.

Después de enmascarar el borde del agua y las luces para que no llegara el pigmento a lo demás, y con el papel mojado, la aguada en azules con caída hacia abajo.

Las partes en gris son las que están cubiertas por el líquido que enmascara. Cuando se seca, toma la consistencia de una goma que se retira fácilmente sin adeherirse al papel ni al color ya fijado. Para que la misma goma no estropee el pincel con que se aplica, es bueno limpiarlo cada vez y antes del primer uso de la goma en una solución mínimamente jabonosa.
Luego, el cuerpo del dragón, usando papel transparente de cocina para lograr que el color, una vez aplicado y antes de que se secara, se concentrara marcando aguas que simulan la textura de la piedra o de la piel gruesa, como de cuero.



Las crestas de hueso y el ala, en tonos de azul mezclados con tonos cobres teñidos de gris.


Los verdes del prado, mezclados con sal -que luego se retira-.



El pueblo y el faro, con color.



Después de la valla y las flores, sombras para que todo gane peso. Y éste es el resultado final.


Puedes encargar un trabajo original como éste que, dependiendo del tamaño y los materiales, ronda los 300€. Pero si esto se sale de tu presupuesto, también encontrarás la opción aquí de encargar reproducciones en diferentes tamaños de algunas de las ilustraciones que hay en el blog, desde 15€ para dinA5 hasta 45€ para dinA3, embalaje ya incluido, más gastos de envío. Para reproducciones de mayor tamaño hay que pedir presupuesto, porque depende del tipo de papel o soporte. Ya sabes, en venecialonis@gmail.com.

Por supuesto, también puedo reproducir las ilustraciones en una de mis especiales bolsas de algodón, en una camiseta o en un cojín, por ejemplo.

Espero que os haya gustado este post. ¿Qué os parece esta opción para decorar cuartos infantiles?

2 comentarios:

  1. Pff, qué bonito!! y mira que yo soy más de brujitas que de dragones!! jo, con tantos detallitos!!!
    Me parece una opción magnífica para decorar cuartos infantiles y adultos también. Y... una bolsa de algodón cuánto sería?

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    Respuestas
    1. Serían entre 15 y 20 euros, dependiendo del tamaño y la serigrafía. Más el coste del envío, que es bastante poco. El precio incluye empaquetado de regalo, muy cuidado, como todo lo demás.
      Me alegro de que te guste. Hay algunas brujas en el blog también, échales un vistazo!

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