jueves, 13 de marzo de 2014

El mes de las flores ¡y las comuniones!

De pequeña fui a un cole de monjas; eran muy modernas para la época, no llevaban hábito, el colegio era mixto... pero el amor al mes de mayo es inherente a ser monja, ¿no creéis? Así que durante ese mes había un montón de actividades con muchas flores y dibujos de la Virgen y esas cosas. Cada vez que veo niños de comunión -que son también en mayo-, no puedo evitar asociar ideas y me parece ver flores por todas partes, aunque tal vez las ganas de dejar atrás el invierno, las terrazas que florecen en las aceras y la ropa colorida tenga algo que ver, jeje.

El año pasado me hicieron un par de encargos relacionados con comuniones y como se acerca la fecha, voy a enseñaros el trabajo que hice.

La primera es la comunión de I, risueña y soñadora. Su madrina (J) quería regalar algo a la familia para conmemorar ese día, pero no quería los convencionales recordatorios y me preguntó qué podríamos hacer. Como quería regalos para los papás, las mamás y los niños, cosas que perdurasen y que se pudieran usar, pero no demasiado extrañas, sino de tipo clásico, le propuse hacer llaveros, pulseras de plata y bolsas de algodón (aunque hay un montón de cosas originales que se pueden hacer). También me encargó imanes para la nevera; no sé la vuestra, pero la mía es un mapa de los lugares donde hemos estado y de los acontecimientos importantes de familia y amigos. 

Lo primero, a partir de una foto de la peque, fue hacer la ilustración que iba a ser el motivo central de todo.



Como no tenía noticia de cómo era el vestido real, le puse uno sencillito con un nenúfar en la cintura y le di algo de movimiento a la imagen.

Después, lo demás era coser y cantar. Los llaveros son de tipo sencillo y eficaz, con mosquetón y anilla; la cubierta es de cristal.


Aquí están en el proceso de empaquetado, con su etiqueta a juego con la imagen principal.


Las pulseras son una pieza de zamak (baño de plata), lisas unas y con pespuntes otras, un medallón pequeño con la carita de I y una estrella de zamak sujeta con cordón de cuero negro. El resultado es muy bonito, moderno y sobrio.


Quien me conozca sabe que adoro estas bolsas de algodón, las uso muchísimo, pues vienen bien para ir al cole, de compras, de viaje... No pesan, son ecológicas y solidarias -las mías son de algodón orgánico y de Comercio Justo-, fáciles de lavar y, en este caso, fáciles de planchar, pues la imprimación no sólo no se estropea con el calor, sino que ¡la plancha vivifica los colores! Las cajas que usé para presentarlas son, como casi siempre, de SelfPackaging con un toque personal Venecia Lonis; y las bolsas iban dentro, protegidas con papel de seda y debidamente etiquetadas.


Por último, los imanes para la nevera, que son un clásico VL.


La otra comunión la dejamos para la semana que viene. Como siempre, para informarte escríbeme a venecialonis@gmail.com. ¡Feliz fin de semana a tod@s!

2 comentarios:

  1. A todos les gustaron mucho los recuerdos de la comunión, y además como son útiles como llaveros, imanes o bolsas, no acaban por ahí en un cajón. Recuerdan el día durante mucho tiempo.

    La verdad es que fue un acierto elegir esos recuerdos. Muchas gracias Venecia !!!

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    1. Me hace muy feliz que tuvieran éxito, gracias a vosotros!

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